El futuro de la alimentación

En los últimos años, hemos enfrentado varias crisis que han ralentizado la innovación. En lugar de introducir nuevas ideas radicales, se han implementado innovaciones ya preparadas.

Para 2025, no se esperan cambios drásticos en comparación con las tendencias alimentarias de 2023 y 2024, pero sí habrá desplazamientos y efectos interconectados que seguirán influyendo en la industria de servicios alimentarios.

A continuación exploramos cómo las tendencias alimentarias recientes se apoyan mutuamente y el potencial que esto ofrece, con ejemplos de restaurantes, hoteles, y el sector de la gastronomía, la agricultura y el comercio.

A medida que la velocidad de los avances tecnológicos aumenta, la seguridad y estabilidad disminuyen, lo que hace crucial adaptarse a los cambios en lugar de aferrarse al pasado.

La clave ahora es involucrarse e implementar las tendencias emergente, organizandolas en tres grandes áreas temáticas.

1. Salud, sostenibilidad y protección climática

El primer grupo de tendencias aborda la salud, la sostenibilidad y la protección del clima. Estos temas han sido ampliamente discutidos en los últimos años.

La tendencia hacia la carne del futuro no solo implica reemplazarla con proteínas vegetales, sino también una nueva valoración de la carne.

La producción de carne necesita evolucionar, moviéndose más allá del viejo paradigma de «más rápido, más barato». Es fundamental determinar dónde la producción de carne es viable y en qué regiones es menos adecuada.

Esta evolución se refleja en la adaptación de los menús y conceptos de los restaurantes hacia opciones vegetarianas y veganas.

Los sustitutos de carne basados en plantas continúan desarrollándose, a pesar de algunos contratiempos de empresas como Beyond Meat e Impossible Foods.

Las tecnologías para proteínas alternativas están mejorando, con una oferta de materias primas más diversa y sostenible.

Aunque algunos productos de marca elaborada son más caros, el mercado enfrenta un desafío con las marcas privadas más económicas que, a menudo, no cumplen con los estándares de sabor y calidad.

Esta saturación del mercado podría ralentizar la innovación y reducir la diversidad de productos, afectando la calidad.

En el ámbito de los sustitutos de carne de alta calidad y la carne cultivada en laboratorio, se observa competencia creciente.

La carne cultivada está aprobada en EE.UU. y Singapur y podría ser introducida en la UE, Suiza y el Reino Unido. Sin embargo, existen desafíos como costos económicos y resistencia política.

Además, aún no está claro el impacto climático de esta producción debido al alto consumo de energía.

En el futuro cercano, los productos de proteínas vegetales, como los hongos y las algas, probablemente dominarán como alimentos independientes en lugar de simples sustitutos.

2. Regionalidad y globalización

El segundo grupo de tendencias combina dos temas aparentemente contradictorios: regionalidad y globalización.

La globalización ha sido una megatendencia en aumento durante décadas, y aunque sigue siendo crucial para la seguridad alimentaria, parece estar desacelerándose.

Los consumidores ahora buscan no solo probar sabores internacionales, sino también valorar la calidad y el origen de los alimentos. Las guerras y el cambio climático son los principales impulsores de esta tendencia.

Restauradores y chefs están aprovechando la oportunidad de establecer redes con productores locales y destacar esto en sus menús.

Los clientes valoran la calidad y la producción sostenible y están dispuestos a pagar más por ello, a pesar de la inflación.

La cocina no solo debe llenar el estómago, sino ofrecer inspiración y experiencias. Esto representa tanto un desafío como una oportunidad para el sector gastronómico.

La sostenibilidad ecológica y la transparencia en la cadena de suministro seguirán siendo importantes a largo plazo.

3. Producción de alimentos y desperdicio

El desperdicio de alimentos es un problema que surgió con la era industrial. Las tendencias actuales como Zero Waste y Circular Food promueven un enfoque más respetuoso con el medio ambiente y buscan corregir el problema del desperdicio de alimentos y empaques.

Algunos restaurantes adoptan el concepto de cero desperdicio como núcleo de su oferta, revalorizando los recursos y utilizando todos los ingredientes disponibles. La fermentación y los conceptos de alimentos circulares son áreas prometedoras para el futuro.

La cocina ecológica y el uso responsable de los ingredientes están en auge. Los chefs están cada vez más enfocados en el uso consciente de los ingredientes, combinando conocimientos, habilidad y creatividad para destacarse.

A medida que la inteligencia artificial y las tecnologías digitales avanzan, la capacidad de los expertos para identificar y interpretar tendencias sigue siendo crucial, ya que las máquinas aún no pueden predecir la evolución de las tendencias alimentarias con la misma precisión.

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