Por Culinaria Mente
El bowl proteico de avena y huevo es la combinación perfecta para comenzar el día con energía, aportando los nutrientes necesarios para mantener la masa muscular y energía sostenida durante todo el dia, ideal para deportistas y personas muy activas.
¿Cómo preparar un desayuno protéico?
Preparamos una base cremosa de avena cocida en leche, coronada con huevos revueltos y complementada con ingredientes ricos en proteínas como frutos secos y semillas creandio un desayuno saciante y delicioso que te mantendrá satisfecho durante horas.
Información nutricional
Cada ración de bowl proteico de avena y huevo contiene aproximadamente 350 kcal, 30 g de carbohidratos, 12 g de grasas, 20 g de proteínas, 5 g de fibra, 1 g de azúcares, 210 mg de colesterol y 150 mg de sodio.
Receta de desayuno avena, huevo y frutas
Preparación: 10 minutos
Cocción: 15 minutos
Raciones: 2 personas
Ingredientes
- 1 taza de avena integral
- 2 tazas de leche
- 30 g de almendras picadas
- 15 g de semillas de chía
- 4 huevos
- 2 plátanos maduro
- 1 cucharada de miel
- Aceite de oliva
- Canela al gusto
- 1 pizca de sal
Instrucciones
- Calienta la leche en una cazuela a fuego medio. Añade la avena y cocina a fuego lento durante 8 a 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
- Mientras tanto, bate los huevos en un bowl con una pizca de sal. En una sartén aparte, calienta el aceite y prepara los huevos revueltos a fuego medio-bajo.
- Cuando la avena esté cremosa, añade la miel y la canela. Sirve la avena en bowls y coloca encima los huevos revueltos.
- Decora con plátano en rodajas, almendras picadas y semillas de chía. Opcional: añade un poco más de miel por encima.
Historia y origen
La avena ha sido un alimento básico en Escocia durante siglos, donde el porridge tradicional se preparaba solo con avena, agua y sal, aunque la versión moderna incorpora elementos de la nutrición deportiva contemporánea.
¿Sabías qué?
Los atletas olímpicos de la antigua Grecia ya consumían una versión primitiva de papilla de avena para aumentar su rendimiento y la avena era considerada tan valiosa que los guerreros vikingos llevaban sacos de avena en sus expediciones como fuente de energía confiable.