Por Culinaria Mente
La lasaña de berenjenas es una versión ligera y saludable de la clásica lasaña italiana, donde las láminas de pasta son sustituidas por finas rodajas de berenjena, combinando el sabor mediterráneo con los beneficios nutricionales de las verduras.
¿Cómo preparar lasaña de berenjenas?
Esta receta sustituye la pasta tradicional por capas de berenjena asada, alternadas con una rica salsa de tomate casera y queso, dando como resultado es un plato gratinado, jugoso y lleno de sabor que satisface incluso a los más exigentes.
Información nutricional
Cada ración de lasaña de berenjenas contiene aproximadamente 280 kcal, 14 g de carbohidratos, 18 g de grasas, 15 g de proteínas, 4 g de fibra, 5 g de azúcares, 30 mg de colesterol y 400 mg de sodio.
Receta de lasaña de berenjenas
Preparación: 45 minutos
Cocción: 35 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 3 berenjenas grandes
- 500 g de tomate triturado
- 250 g de queso mozzarella
- 100 g de queso parmesano
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla mediana
- Aceite de oliva virgen extra
- Albahaca fresca
- Orégano seco
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180°C. Lavar y cortar las berenjenas en rodajas finas longitudinalmente. Salar las rodajas de berenjena y dejar reposar 30 minutos para eliminar el amargor.
- Secar las berenjenas con papel absorbente y pintarlas con aceite de oliva. Hornear las rodajas de berenjena durante 10-15 minutos hasta que estén doradas. Preparar la salsa de tomate sofriendo el ajo y la cebolla picados.
- Añadir el tomate triturado y las hierbas, cocinar a fuego lento 20 minutos. Montar la lasaña alternando capas de berenjena, salsa y quesos. Hornear durante 25 minutos hasta que esté dorada y burbujeante.
Historia y origen
La lasaña de berenjenas, conocida en Italia como «Parmigiana di melanzane», tiene sus raíces en la cocina siciliana del siglo XVIII y surgió como una adaptación vegetariana de la lasaña tradicional, aprovechando la abundancia de berenjenas en la región mediterránea.
¿Sabías qué?
Curiosamente, en la antigüedad, la berenjena era considerada venenosa en muchas culturas europeas y se utilizaba principalmente como planta ornamental.