Por Culinaria Mente
Las galletas de naranja son una sencillo postre casero perfecto para acompañar un té o café recién hechos, compartiendo en reuniones familiares o con amigos.
¿Cómo preparar galletas de naranja?
Para esta receta la clave está en la combinación del jugo y la ralladura de naranja fresca, aportando sus aromas y sabores únicos, que de seguro te encantarán desde el primer mordisco.
Información nutricional
Cada ración de galletas de naranja contiene aproximadamente 210 kcal, 2 g de proteínas, 10 g de grasas (5 g saturadas), 20 mg de colesterol, 28 g de carbohidratos, 10 g de azúcares y 80 mg de sodio.
Receta de galletas de naranja caseras
Preparación: 15 minutos
Cocción: 15 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 250 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 100 g de mantequilla sin sal
- 1 huevo grande
- 1 naranja grande
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- Azúcar glas
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180°C (356°F) y forrar una bandeja para hornear con papel vegetal. En un bol grande mezclar la mantequilla con el azúcar hasta obtener una textura cremosa. Añadir el huevo, el jugo de la naranja y la ralladura de su piel. Batir hasta integrar.
- Tamizar la harina junto con los polvos de hornear y la sal. Incorporar poco a poco a la mezcla húmeda hasta obtener una masa homogénea. Formar pequeñas bolitas de masa y distribuirlas en la bandeja con una separación de unos 5 centímetros entre ellas.
- Aplanar ligeramente las bolitas con un tenedor o las manos. Hornear durante 10 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Retirar con cuidado, dejar enfriar completamente y opcionalmente espolvorear con azúcar glas.
Historia y origen
Este postre es una adaptación moderna de las tradicionales galletas de mantequilla, enriquecidas con sabores cítricosmuy popular en la repostería europea, especialmente en regiones donde los naranjos son abundantes, como el Mediterráneo.
¿Sabías qué?
Las naranjas han sido cultivadas desde hace más de 4.000 años probablemente originadas en el sudeste asiático, llegando a Europa durante la Edad Media, donde se convirtieron en un símbolo de lujo y sofisticación.