Por Culinaria Mente
El caldo de costilla colombiano es conocido por ser un desayuno revitalizante, ideal para comenzar el día con energía o para recuperarse después de una larga noche de fiesta, para reconfortar el cuerpo y el alma.
¿Cómo preparar caldo de costilla?
El secreto está en cocinar la costilla a fuego lento para que quede tierna y el caldo adquiera todo su sabor, acompañado tradicionalmente con papas, cilantro y cebolla.
Información nutricional
Cada ración de caldo de costilla colombiano contiene aproximadamente 250 kcal, 12 g de proteínas, 18 g de grasas, 10 g de carbohidratos, 3 g de fibra, 1 g de azúcares, 45 mg de colesterol y 600 mg de sodio.
Receta de caldo de costilla colombiano
Preparación: 20 minutos
Cocción: 90 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 1 kg de costillas de res
- 4 papas medianas en cubos
- 1 cebolla larga (parte blanca)
- 2 dientes de ajo
- 2 litros de agua
- 1 cucharadita de comino
- Cilantro fresco
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
- En una olla grande, coloca las costillas de res junto con el agua. Añade la cebolla larga picada y los dientes de ajo machacados. Cocina a fuego medio-alto hasta que el agua comience a hervir.
- Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante aproximadamente 60 minutos o hasta que la carne de las costillas esté muy tierna y se desprenda fácilmente del hueso.
- Agrega las papas cortadas en cubos, el comino, la sal y la pimienta. Deja cocinar por 30 minutos más, hasta que las papas estén suaves. Sirve el caldo caliente, decorado con cilantro fresco picado. Puedes acompañarlo con arepas o arroz.
Historia y origen
El caldo de costilla tiene su origen en la cocina campesina colombiana, tradicionalmente consumido en el altiplano cundiboyacense, donde se aprovechaban las partes menos nobles de la res, como las costillas, para crear platos nutritivos y reconfortantes.
¿Sabías qué?
El caldo de costilla es considerado un excelente remedio para la resaca en Colombia, ya que su mezcla de nutrientes y el líquido caliente ayudan a rehidratar y a recuperar el equilibrio del cuerpo después de una noche de celebración.