Por Culinaria Mente
La crema de espárragos es una receta ligera, saludable y llena de sabor, ideal para una comida reconfortante o como entrante en una cena elegante, con su suave textura y su sabor delicado.
¿Cómo preparar crema de espárragos?
Solo necesitas unos pocos ingredientes frescos y unos cuantos detalles básicos para obtener crema ligera, rica en fibra, vitaminas y antioxidantes, opcionalmente acompañada con un toque de crema o un poco de pan tostado.
Información nutricional
Cada ración de crema de espárragos contiene aproximadamente 180 kcal, 15 g de carbohidratos, 8 g de grasas, 5 g de proteínas, 4 g de fibra, 4 g de azúcares, 5 mg de colesterol y 350 mg de sodio.
Receta de crema de espárragos francesa
Preparación: 15 minutos
Cocción: 30 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 500 g de espárragos frescos
- 100 ml de crema de leche
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 litro de caldo de verduras
- 1 cebolla mediana
- Sal
- Pimienta
- Cilantro o perejil
Instrucciones
- Lava bien los espárragos, corta los extremos duros y córtalos en trozos pequeños. Pela y pica la cebolla y los dientes de ajo. En una cacerola grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo y sofríe hasta que estén transparentes.
- Incorpora los espárragos y cocina durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añade el caldo de verduras o pollo y deja cocinar durante unos 20 minutos, hasta que los espárragos estén tiernos.
- Tritura todo con una batidora de mano hasta obtener una crema suave. Si lo prefieres más suave, puedes colar la crema. Cocina por unos minutos más. Ajusta la sal y la pimienta al gusto y sirve caliente en platos hondos, coronados con una cucharada de crema y un poco de cilantro o perejil fresco.
Historia y origen
Aunque su origen se remonta a Egipto, fue en Francia donde la crema de espárragos se popularizó como un plato sofisticado y ligero, ideal para servir como primer plato en banquetes o comidas elegantes.
Beneficios y propiedades
Los espárragos son una excelente fuente de vitaminas A, C, E y K, así como de ácido fólico y fibra. Además, son bajos en calorías y contienen antioxidantes que ayudan a mejorar la salud del corazón y la piel.